Los escenarios de este videojuego se inspiraron en fotografías tomadas en sitios del lugar donde vivo. El diseño de las calles, las perspectivas, además de la forma y tamaño de la arquitectura fueron puntos clave para crear los bocetos en lineart del mundo mágico de Hoogie. Una vez teniendo pulido el lineart, se procedió a realizar el desarrollo de grises para poder tener una mejor noción de la ubicación de luces y sombras en cada escenario, considerando el tiempo en el que se estuviera desarrollando cada uno, por ejemplo si era de día o de noche; esto también ayudó a decidir una paleta de colores que a su vez fuera acorde con el tema de la naturaleza, se realizaron varias pruebas antes de determinar los tonos finales. Posteriormente se comenzó a hacer una búsqueda del personaje principal, en este caso me basé en la idea de una criatura mágica, mezclando elementos de animales y plantas para su creación, con el objetivo de tener unidad visual con el universo del videojuego, en este paso también se realizaron varias pruebas para determinar si los colores elegidos o las proporciones eran adecuadas. Por último, para tener listos los escenarios finales se añadieron elementos característicos de los videojuego, como barras de vida, que fueran en sintonía con el contexto de cada escena.